La versión para dos jugadores de uno de los diseños más sobrevalorados de Antoine Bauza. Es cierto que mejora al juego original y hay ciertas decisiones interesantes que tomar durante la partida, pero no son suficientes como para convertirlo en un juego recomendable, sobre todo cuando uno detecta el desequilibrio entre las distintas opciones que plantea el juego, reduciéndose la importante de esas decisiones. El juego sigue siendo tan bonito como el original, aunque a nivel de producción se ha optado por materiales algo pobres. No es un desastre y se deja jugar, pero no pasa de medianía.